[...]-Los mejores medios de cazar faisanes furtivamente los descubrió mi padre. Mi padre estudió la caza furtiva del mismo modo que un científico estudia la ciencia.
Mi padres puso mis sandwiches en un plato y me lo trajo a la cama. Yo dejé el plato sobre mis piernas y empecé a comer. Estaba muerto de hambre.
-¿Sabes que mi padre tenía gallos en el patio de casa sólo para practicar?-dijo mi padre-. Un gallo es muy parecido a un faisán. Son igual de estúpidos y les gusta el mismo tipo de alimentos. El gallo es más doméstico, eso es todo. Así que cada vez que a mi padre se le ocurría un nuevo método para atrapar faisanes, lo probaba primero con un gallo para ver si daba resultado.
-¿Cuáles son los mejores medio? -pregunté.
Mi padre dejó un sadwich medio comer en el borde del fregadero y me miró en silencio durante unos veinte segundos.
-¿Me prometes que nunca se los dirás a nadie?
-Te lo prometo.
- Pues ya verás-dijo-.Este es el primer gran secreto. ¡Ah!, pero es más que un secreto. Danny, Es el más importante descubrimiento en toda la historia de la caza furtiva.
Se acercó un poquitín más a mi. Su cara estaba pálida bajo el pálido resplandor amarillo de la lámpara del techo, pero sus ojos brillaban como estrellas¨. [...]
-El método número uno-dijo en voz baja- se llama cebo de crin de caballo.
-El cebo de crin de caballo-murmuré.
-Eso es-dijo él- y el motivo de que sea un método tan estupendo es que es completamente silencioso. Con el cebo de crin de caballo no hay graznidos ni aleteos ni nada cuando atrapas al faisán. Y eso es sumamente importante, porque no lo olvides, Danny, que en esos bosques, de noche, donde los grandes bosques extienden sus ramas sobre tu cabeza como fantasmas negros, hay tanto silencio que puedes oír a un ratón moverse. Y en algún lugar, los guardas están esperando y escuchando. Están siempre allí, esos guardas, inmóviles contra un árbol o detrás de un arbusto, con las escopetas preparadas[...]
Mi padres puso mis sandwiches en un plato y me lo trajo a la cama. Yo dejé el plato sobre mis piernas y empecé a comer. Estaba muerto de hambre.
-¿Sabes que mi padre tenía gallos en el patio de casa sólo para practicar?-dijo mi padre-. Un gallo es muy parecido a un faisán. Son igual de estúpidos y les gusta el mismo tipo de alimentos. El gallo es más doméstico, eso es todo. Así que cada vez que a mi padre se le ocurría un nuevo método para atrapar faisanes, lo probaba primero con un gallo para ver si daba resultado.
-¿Cuáles son los mejores medio? -pregunté.
Mi padre dejó un sadwich medio comer en el borde del fregadero y me miró en silencio durante unos veinte segundos.
-¿Me prometes que nunca se los dirás a nadie?
-Te lo prometo.
- Pues ya verás-dijo-.Este es el primer gran secreto. ¡Ah!, pero es más que un secreto. Danny, Es el más importante descubrimiento en toda la historia de la caza furtiva.
Se acercó un poquitín más a mi. Su cara estaba pálida bajo el pálido resplandor amarillo de la lámpara del techo, pero sus ojos brillaban como estrellas¨. [...]
-El método número uno-dijo en voz baja- se llama cebo de crin de caballo.
-El cebo de crin de caballo-murmuré.
-Eso es-dijo él- y el motivo de que sea un método tan estupendo es que es completamente silencioso. Con el cebo de crin de caballo no hay graznidos ni aleteos ni nada cuando atrapas al faisán. Y eso es sumamente importante, porque no lo olvides, Danny, que en esos bosques, de noche, donde los grandes bosques extienden sus ramas sobre tu cabeza como fantasmas negros, hay tanto silencio que puedes oír a un ratón moverse. Y en algún lugar, los guardas están esperando y escuchando. Están siempre allí, esos guardas, inmóviles contra un árbol o detrás de un arbusto, con las escopetas preparadas[...]
Danny, el campeón del Mundo
Roald Dahl

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